Hay dos caminos. 


Uno es el de la mente, otro el del corazón. 


El camino del corazón es un atajo.


Si vamos por el camino de la mente dudaremos a menudo. Dudaremos de nuestra propia aspiración, dudaremos de nuestras propias experiencias, de nuestro propio sentimiento.


El corazón simplifica.


La mente complica. La mente de manera inconsciente, obtiene placer en cosas complicadas y confusas.


Pero el corazón obtiene alegría de las cosas sencillas.

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