Cuando te
sientes abatido por una meta distante repite lo siguiente:
Tengo dentro de mi en este preciso momento, el poder de llevarme a donde yo
quiera llegar. No tengo miedo a equivocarme, mientras viva tengo el derecho de
corregirlo.
Nada en la vida cae del cielo, solo la bendición de Dios, todo lo
demás tiene su lucha su esfuerzo y su sacrificio.