De modo que el
alma gemela no es meramente un mito ni una idea que este de moda. Encontrar nuestra
alma gemela es el deseo innato de todas las personas que habitan el planeta. Es
el camino hacia la verdadera plenitud, el destino de cada hombre y cada mujer
en este mundo. Y si nuestra alma gemela no aparece en esta vida, aparecerá en
la próxima, o en una de las vidas siguientes. Veras, cada uno de nosotros
renace una y otra vez hasta que se reúne con su verdadera alma gemela.
Cuando un hombre
es nuevo, es decir, cuando esta en este mundo por primera vez, su alma gemela
nace con el, como ya se sabe; y cuando llega el momento de casarse con ella, la
encuentra fácilmente, sin ningún problema. Pero si por haber pecado ese hombre
debe encarnarse, su alma gemela se reencarna con el para su beneficio. Cuando esta
vez le llega el momento de casarse con ella, no la encuentra de inmediato, sino
después de muchas dificultades; puesto que se ha encarnado por alguna injusticia,
alguien lo ha denunciado arriba y causa peleas entre ellos porque desea
alejarlos. Por este motivo se ha dicho que es tan difícil unirlos como dividir
el Mar Rojo.
Esta reunificación
con nuestra alma gemela es de vital importancia y solo puede ocurrir si primero
nos conectamos con la Luz Divina
en nuestro interior.