Tu verdadero poder, es poder ayudar. Tu verdadera felicidad, es gozar con lo que haces. Tu verdadero trabajo, es crear belleza. Tu verdadera acción social, es crear conciencia. Tu verdadera disciplina, es domar a tu ego. Tu verdadera generosidad, es darte lo que le das a los otros. Tu verdadera aventura, es dejar lo seguro por lo incierto. Tu verdadero amor, es el amor a la vida.
Las dificultades que hemos tenido que enfrentar para seguir adelante han sido un aprendizaje que hoy nos permite valorar toda la belleza que hemos encontrado en el camino.
¿Cómo no vamos a creer en la bondad del ser humano?
Alejandro Jodorowsky