Las decepciones traen lecciones que raramente se olvidan.
En la vida aprendí más de los malos ejemplos, pues éstos fueron más
abundantes. La clave está en no tomarlos como hábitos.
Lo bueno de equivocarse es que se aprende. Algunos lo aprenden tan bien,
que no dejan de equivocarse.
Hasta el más tonto puede enseñarte una gran lección.
He aprendido que me falta por aprender más de lo que ya he aprendido.