Mi proposito es dar, servir y promover la paz y la prosperidad, amar de manera total e incondicional a los demas.
Donde hay un gran amor hay siempre milagros. los milagros no se apoyan tanto en los rostros, las voces o los poderes curativos que nos llegan de lejos como en el refinamiento de nuestra percepción, que hace que, por un momento, nuestros ojos puedan ver y nuestros oídos oír lo que esta siempre ahí a nuestro alrededor.